Dulce y Karla, dos psicólogas apasionadas por su profesión, siempre han tenido claro que en el mundo actual, el inglés es más que un simple idioma: es una herramienta clave para abrir puertas y alcanzar nuevas oportunidades laborales. Tras ver algunas publicidades de nuestra escuela y descubrir que estaba a solo unas calles de su domicilio, supieron que habían encontrado el lugar perfecto para comenzar su nueva aventura. Como profesionales que trabajan por la tarde, tenían las mañanas libres, lo que les permitió dedicar tiempo a sus clases de inglés sin afectar su jornada laboral.
Crecimiento y Seguridad Personal
Sin embargo, su objetivo no se limitaba solo a mejorar su desempeño profesional. Dulce y Karla querían disfrutar plenamente de su pasión por el inglés: poder ver sus series y películas favoritas en el idioma original, leer investigaciones psicológicas sin barreras lingüísticas, y viajar a otros países con la confianza de poder comunicarse sin problemas. Para ellas, aprender inglés no solo se trataba de crecimiento profesional, sino también de desarrollar una mayor seguridad personal y libertad para explorar el mundo.
Sin temor al aprendizaje
Una vez que comenzaron las clases, se enfrentaron al primer reto que muchos alumnos experimentan: la pena a equivocarse. Pero gracias al apoyo constante de sus profesoras y a la mentalidad de ambas de no temer al proceso de aprendizaje, pronto superaron ese obstáculo. Entendieron que equivocarse es una parte natural y necesaria para aprender, y que solo a través de la práctica se puede alcanzar la fluidez; así, con el tiempo, no solo mejoraron su nivel de inglés, sino que también adquirieron una confianza inquebrantable.
Para quienes están pensando en dar el primer paso y aprender inglés, Karla y Dulce tienen un mensaje claro: no tengan miedo al éxito. Aprender un nuevo idioma es una inversión en uno mismo, que les permitirá seguir creciendo, tanto personal como profesionalmente. ¡El futuro es de aquellos que se atreven a avanzar y superar sus propios límites!